... en principio, mi cuñada, que se vino un día a casa para hacer compras de Miyukis y demás parafernalia... y no sé qué me pasó, pero me enganchó.
Y eso que, hacía ya unos meses que una compi de trabajo, Ana, ya le había inculcado a otra, Vanessa, el virus de los cristales Swarovski.
Y mira tú por donde, así he acabado... bueno, que acabo de empezar como quien dice, pero engancha... así que iré publicando mis creaciones.
Menudo rollo... total, para poner las fotos de mis creaciones...
El de tonos azul y blanco ha acabado en manos de mi ama. El otro, en manos de otra amiga
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